En todo el mundo no existe nadie exactamente igual a mí, tal vez
haya personas que tienen aspectos similares a los míos, pero en ninguna forma exactamente
a los mío, porque yo soy yo.
Por consiguiente, todo lo que sale de mí es auténticamente mío porque yo solo lo elegí, todo lo mío me pertenece:
Mi cuerpo, todo lo que hace; mi mente, con todos sus
pensamientos e ideas; mis ojos, incluyendo todas las imágenes que perciben; mis
sentimientos, así sea: ira, alegría,
frustración, amor, decepción, emoción, tristeza, enamoramiento; mi boca, y todas las palabras que de ella salen, refinadas, dulces, o cortantes, correctas o incorrectas; mi voz, fuerte o suave, y todas mis acciones, sean para otros o para mí.
frustración, amor, decepción, emoción, tristeza, enamoramiento; mi boca, y todas las palabras que de ella salen, refinadas, dulces, o cortantes, correctas o incorrectas; mi voz, fuerte o suave, y todas mis acciones, sean para otros o para mí.
Soy dueño de mis fantasías, mis sueños, mis esperanzas, mis temores. Son míos mis triunfos y mis éxitos, todos mis fracasos y errores.
No hay nadie igual que tú. Eres único e
irrepetible.
Todo lo que hay en ti. Todo, absolutamente todo,
hasta el mínimo detalle insignificante, es 100%genuino.
Desde tu cerebro hasta tu cuerpo. Desde tu huella
dactilar hasta el color de tus ojos. Desde la expresión de tu cara hasta tú
inteligencia. Desde tu tono de voz hasta tú forma de conducir. Desde tu
apariencia externa hasta tu mundo interior.
No hay nadie en el Universo que sea idéntico a ti.
Lo cierto es que solo tú puedes saber
quién verdaderamente eres. Y por tanto, solo tú puedes verificar qué necesitas
para construir un vínculo amoroso que se adapte a tu manera única de ser. Y del
mismo modo que tú eres especial, los demás también lo son.
Así como también todo
lo que pasa en tu vida es único e irrepetible. La mente está acostumbrada a
vivir de manera continua en el pasado o el futuro, reviviendo una y otra vez
las mismas situaciones, despertando los mismos miedos y, a través de ese
filtro, proyectando un hipotético futuro en el que llegar a ser algo, conseguir
nuevos logros o ser “una persona más completa y feliz”. ¿Es este el estado
natural de ser, la forma de alcanzar la paz interior, de dejar de sufrir?
Evidentemente no.
Que cada instante
es único e irrepetible es muy fácil de comprobar. Por mucho que intentemos
recordar una experiencia pasada, por muy buena memoria que tengamos, nunca
volveremos a experimentar este momento. De hecho, el mero intento de comprenderlo, de verlo y analizarlo, ya nos lleva fuera del aquí y ahora, por lo que ya habremos perdido ese instante único.
Mi invitación de hoy es a que te sientas valioso y capaz. Mira
tus cualidades, tus capacidades, tus dones y úsalas de la mejor manera. No te
quejes más de lo que dejaste en atrás y aprovecha lo que este momento la vida
te ofrece. Sin dejar de ser tú, sin cambiar los valores que te caracterizan
tienes que aprender a adaptarte y a dar lo mejor de ti, con las cartas que
tienes en las manos, arriésgate y ponlas en juego, seguro valdrá la pena. Y
nunca olvides ser agradecido te ayudará a ser más feliz de lo que eres.
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